Bella y muy noble ciudad,
de la inmortal Castilla...
de epicúreos silencios... compungida,
en jardines etéreos... te adormeces,
lacerando... melancólicamente la tarde,
de infatigable beso desvestido...
e inimitable brisa,
laboriosa... y procaz dama inolvidable,
eres la gloria altisonante...
de la milenaria estepa castellana,
abierta al mundo palideces
melancólicamente entristecida,
entre jardines... anacarados en sus olvidos,
y campos... lacerados de sonrisa,
y así tu gloria se diluye muy despacio
entre calles malversadas en su abandono,
de diamantinas...
y opalinas soledades te adormeces...
entre labios... bendecidos de caricia,
¡Oh Valladolid...
hermosa... y cristalina dama cortesana... !
del glorioso y desvencijado imperio,
enardecida... y augusta aurora desvestida,
te adormeces muy tímidamente
melancólicamente regalada de silencios
entre abandonados... y ardorosos campos,
dulce... y compungidamente atravesados
de infatigable dardo... e inimitable beso.
AUTOR: JOSÉ A. PANIAGUA MARTÍNEZ.