No tengo a quien culpar, estamos aquí por mi razón, por nuestra razón, nada es como fue antes, supongo que es mejor.
Aunque te extrañe, te piense, y tu me odies, me desprecies. ¿Por que tuvimos que terminar así? sabíamos que esto iba a pasar, y no hicimos nada por evitarlo, nos entregamos al juego de la pasión, y olvidamos todo, a quienes dañabamos, hasta a nosotros mismos. Y aquí estamos, amándonos en el fondo, recordando nuestra promesa de amor eterno, pero nada es para siempre, solamente el dolor de que ya no me quieres.