Los insectos de la paz.
Yo, Mahatma- Angelillo,
gusano por la paz,
pido a todos los animalitos de buena voluntad ,
que oren por la paz.
Para que sean devorados por su angustia,
y nos traiga un nuevo orden moral.
Allí donde vive encarnada,
la forma de un parásito cristiano
que alimenta los piojos en su barba y su cabellos.
Que se haga la paz sobre su autopsia en el madero.
Y sobre el que resopla ,
removiendo la basura con una cuchara de madera para encontrar unas cebollas,
que reciba la sorpresa de la paz,
con la cuerda de piano de un progresista.
Y la virgen adolescente,
cuya cabeza ha sido descorchada,
en el camarote privado de una fiesta por cuatro magistrados,
que pida más y más.
Hay que cantar todos juntos por la paz,
en el pantano donde hacen su asambleas las palomas,
Y los hombres se hunden en el fango hasta los sobacos,
Ya lo dijo el negro ese,
al que le rompieron las piernas y los dientes:
Paz en la tierra,
al paria de buena voluntad.
Y al César lo que es del César.
Angelillo Mahatma.