Sobre la verde sierra de Santana
Aclara los chopos un sol de estío,
Claro sobre las márgenes del río.
Antes de las piedras de la mañana
La noche levantó en esta ribera
Flores de sombra y palomas de viento.
Dormido me encuentra la primavera
Tumbado sobre un prado ceniciento
Contemplando el firmamento de Soria.
Después de coronar las alamedas,
De secar los alcores, las roquedas,
El sol se va... Pero eso es otra historia.
Debí buscar entre mil trebolares
Cuatro hojas para saber que el verano
Se perfilaba entre los calvijares
Con su rumor de bombillo temprano.
Y yo que he vivido en la sal y el fuego
No me queda más que mi honda tristeza,
Campos de salvia, romero y espliego
Para dibujar la naturaleza
Tal como hizo Machado un día. Luego,
Todo esto no nació de mi cabeza.