David Arthur

Scheveningen

 

 

Gaviotas en vuelos de kamikaze

rozan nuestras cabezas en busca

de sobrantes dejados por los turistas,

por olvidadas papitas fritas pelean

y helados botados por niños

 

una brisa del mar acaricia una playa

en el horizonte sin movimiento

una fila de pacientes petroleras esperan

 

la mano de ella bien agarrada

para darle seguridad

en la oleada de muchedumbre

mirando a ninguna parte

a través de gafas oscuras

 

La foto tomada en Scheveningen