La tarde ha llegado con sublimes mensajes,
es cuando el sol se esconde en lontananza
soltando espigas de esperanza,
de seguir viendo esos ojos lapislázuli,
que te elevan como un cuculí
rompiendo las masas de aire en el cielo.
La tarde ha llegado con el viento que susurra mis oídos,
¡vívelo! Me dice,
y este bobo suelta gritos como Leónides en las Termópilas,
¡hazlo! Me Dice,
y la mente delira como Quijano a Dulcinea,
¡búscalo! Me Dice,
y yo, tan confundido perdido en un desierto de asfalto con sed de ti.
La tarde ha llegado, y,
busco palabras para inmortalizar esos momentos
que nos regaló la vida,
palabras!
para plasmar en estas hojas los momentos lejos del momento.
Cuidadoso como cancerbero en las puertas del averno.
Palabras!
que diluyan distancias
y estar más cerca, como dos células,
en un mismo tejido, impulsando colorados líquidos
al más profundo sentimiento,
Palabras!
para gritar halos cuatro vientos y
llevarlos al más allá del más allá.
La tarde ha llegado!,
se cierran los ojos y la mente se abre,
preguntas sin respuestas suelen llegar,
y dime que les dirías a este cuerpo que escribe,
que me dirías ahora que estas en el más acá.
Dime…! Ahora que me escuchas,
¡cuando la tarde a llegado!