Cristian Jovani

POEMA ENAMORADO IV

Tus ojos cantan primavera

de lluvia azucena y de azul topacio,

y adorna de blancura tu sonrisa

como trasquiladas ovejas sin mancha;

así la locura se calma

con ganas de ser niño que no grita,

así he de buscar agasajarte, con los ánimos de urgencia

porque la miel una sola vez es derramada.

 

¡Al verte!

se me antoja como de quererte los días

donde celosa la aurora aguanta encontrar su escondite.

 

¡Al solo verte!

suenan los cantares al oído,

el coro de una unión de claveles,

el crujir hermoso de sedienta armonía.

 

¡Oh, se agita mi espíritu y brota una flor de gracia santa!

Has que tenga ganas de ti, belleza de arpegios,

de un sueño imposible, de pléyades en gala.

Hazme presa de tus encantos,

que no pase voraz el goce, sin estar sediento de tus ganas;

y ese cosquilleo en tu  vientre

¡Por favor que no pase!

ni el compás de tus labios.