Elieser Wilian Ojeda Montiel

EN BUSCA DE NIETZSCHE

 

La piel cubre los trapecios de mi alma en el desamparo existencial de sus maromas.

La lluvia de mis días peregrinos, sofritos en caldera de un tiempo iterativo; alcanzan el precario sino de una eternidad aderezada en las marismas de una quimera movediza, digestivo de mis órficas prisiones.

Danzando en los espartos del circo de la vida, espejo de una concurrencia melancólica bajo carpa de un cielo peregrino; veo mi alma en los malabares proscritos de un espacio incierto, encapotado en las ideologías de doctrinas imprecisas.

Comulgo con los dioses inexistentes de un Nietzsche furibundo. Nómade como circos de vida en busca del superhombre, de mi propio Dios, que arrase doctrinas heterodoxas, alambique falsas esquizofrenias definidas; cárceles de mi libérrimo raciocinio.

 

 

Eliéser Wilian Ojeda Montiel 

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