Bardobohemio

Piernas asesinas

 

 

Ah, Dioss!!...

No se distinguir si eso fue un castigo o una bendición deliciosa

Para mis negras y sin vidas pupilas.

Se veían tan brillantes aquellas piernas suyas,

Limpias, no sé si muy bien rasuradas o probablemente nunca hubo bellos algunos

En ese planeta suave.

Tan cerca a mi lado. Y yo con la polla empalmada, con las manos en los bolsillos

Sobándomela precavidamente.

Mientras me sentía descentrado, loco y triste,

Porque que sé que esas piernas no serán de mi territorio, porque soy un perdedor.

Solo me queda mirarlas de reojo, esquivando la luz del sol que penetra

Por la ventana, pero aquel rayo de sol

Hacia más deliciosas tus muslos.

Mientras tú charlabas con tu amiga.

Yo me sentía como un errante sin haber comido por días.  

Estaba preocupado por quien sería aquel desgraciado

Que deslice sus manos por el edén de tu carne.

Llorando por dentro, deseando ser tu enamorado, que voltees y me preguntes algo.

Y detengas el pecado que hacía a escondidas, deseándote lujuriosamente, imaginándote

En mi cama o en el jardín bajo el sol, sobando tus piernas.

Besándolas.

Me la cascaba, la tenía dura!!

Mierda!!

 Iba a cometer una locura si me corría en mis pantalones en plena clase.

Así que vacilante deje de ver tus muslos y me dirigí

A atisbar tu rostro y me imprimí en tus labios.

Estabas volteada en un semi 3\\4 posterior.

Pero aun así veía un trozo de carne rosada y rojo suave.

A esos labios le faltaban hidratarse un poco.

Me volvía cada vez más desesperado y loco, loco, loco y miserable y triste!!

Que carajos hacia yo sentado a su lado, sin ser alguien para ella

Más que solo un estúpido más.

Un pervertido!!

Pero aquellos labios, esas piernas.

Me hicieron sentir una nada a su lado de la chica hermosa.

Pero, ¿Qué iba a ser yo?

Pararme y gritarle – ¡ponte pantalón mierda!-

¿Qué? Si soy nadie…

Solo estoy obsesionado y desesperado y frustrado.

No me vendría mal estar acompañado por la chica muslos brillantes bajo el sol.

Caminar, susurrarle, tomar su mano, mirarla poder talvez besarla y por supuesto

Tener esas piernas más de cerca para sentirlas y no morir.