Quiero ser arquitecto musical
de tu forma sonata.
Y,tener nuestra obertura francesa
para este amor que mata.
Ser Mozart y hacer de ti mi novena,
perfecta e intensa sinfonía.
Ser clasicista y amanecer en Viena,
perfecta e inmensa armonía.
Trece compases me alejan de tu vientre,
firme y ordena-do mayor-mente,
trece compases destrozan mi mente.
Dos negras me dan la vida,
marcapasos cuaternario,
¡Oh! Música querida..
Solo tú eres la musa de mi diario.