Bertini

SEMBLANZA

En un campo de àridas praderas,

se agita un àrbol, lìvido y desnudo;

ya no tiene el follaje de otras eras,

y aùn resiste el huracàn señudo.

 

Y sus fràgiles ramas se parecen

a fantasmas que vagan en las nieblas:

que a las sombras se ocultan y aparecen

a la luz de la luna en las tinieblas.

 

Yo tambièn, como el àrbol de la historia,

soy fantasma que huye del pasado;

de los golpes, lo cruento y de la escoria.

 

Ahora boy, cavizbajo y desgarbado,

a enterrar de mi vida la memoria

que el destino a su paso me ha dejado.