Me volví adicta a la adrenalina
que en mí tus letras provocaban
terminando por romper mi corazón,
dejándolo con un triste y amargo sabor.
En un sólo vuelo ahogada por el viento,
dejaste caer mi corazón al infierno
y mi amor consumido por las llamas murió.
Y te lloré todos los ríos, por volverme adicta
a tus letras de amor.
Shedar