Hoja Seca-
Caí de tus manos, soltada sin resistencia.
Como la amarilla hoja de un frondoso árbol.
Corrí seducida por la vereda, dando vueltas.
Empujada por la tibia brisa del viento.
Junto a otras hojas dando tumbos sin pausa.
Había dejado de ser sin darme cuenta.
Parte de un magnífico y frondoso árbol.
Para transformarme en una tibia partícula.
Desteñida y exiliada de mi color verde.
Sin ningún rastro de mi lozana esmeralda.
Caí rodando por el cosmos. Por las acequias.
En la esquina de un crepúsculo ingrato.
Para perecer simple, y sola. Ya sin lágrimas.
Sin alma, sin sentido y sin ser parte de ti.
Volviendo a ser parte, de una gran nada.
Caí, a un lugar llamado destierro, y soledad,
¡Donde vamos a parar, todas las hojas secas!