Dejo al desnudo mi alma en estos versos,
Alma cual planta movida por el viento va dejando sus pétalos dispersos.
Puede ser una amapola, puede ser un lirio, una violeta o cualquier otra flor del universo,
Alma desnuda que por el pesar y el dolor en el tiempo quedo inmerso,
Como Un peñasco grande que lo golpea la ola inquieta.
Y en su vaivén y su constante golpeó es una roca llena de grieta.
En sus huecos viven los peces y todo lo que las olas meta,
Alma que siempre ha sido dominada y sensible a todo,
Con un corazón que ama y sufre del mismo modo.
Alma que deja ver unos ojos triste y de un color rojo,
Y no se si esa broma tendrá acomodo.
Alma que no Distingue cuando es invierno o cuando es primavera,
Que no sebe si en montaña o una pradera,
Cuando nieva se disuelve en tristezas porque la desdicha le desespera,
Pero anhelando salir de ese pozo de alguna manera.
No sabe si llorar o reír,
Porque las penas han marcado su pasado, el presente y quizá su porvenir,
En las noches oscuras su gran anhelo es mirar el sol salir.
Clama por las flores que en el Mal tiempo crecen,
De plantas que en toda estación florecen,
Aunque les pego el inclemente sol siempre permanecen,
Y a pesar de todo enamoran y seducen.
Alma que ha de morir De un suspiro de una fragancia,
De un verso dicho sin perder la belleza la ternura y su elegancia.
Muere por unos ojos llenos de ternura que miran sin arrogancia,
Y una belleza que atrae sin importar la distancia.
Poema de alexmarcano