Hoy a mis manos ha llegado una carta, en la cual me escribes tu despedida.
Dices que no me amas, que todo lo que dijiste que por mi sentías, solamente fue un juego.
Que nunca sentiste realmente nada del amor y la pasión de la que tanto hablabas,
y que todo fue únicamente un divertimento, una locura, un mero pasatiempo.
Dime ahora, que hago yo con todos mis sentimientos, con todo el fuego que me quema por dentro?
Que hago con mi corazón, que roto, llora sin parar por tu alejamiento?
Y mi alma, donde está ahora mi alma? Está sepultada en un túmulo abandonado
alejada de todo y de todos, en el espacio y la distancia, olvidada por el tiempo.
Díganme olas, que hago ahora? La triste playa solitaria, parece llorar junto a mi alma.
Y el sol, la luna, las estrellas? El firmamento entero a mi alrededor guarda silencio.
Hasta las aves, antes alegres, pareciera que ahora no quieren alzar el vuelo.
Así como el viento arrastra a una hoja seca, lastimándola en el pavimento,
tus frías y crueles letras han herido de muerte a mis sentimientos.
Pero, para qué te pregunto? Si ahora sé, que no te importó nunca, lo que yo siento.