Araceli Vellber

. Siempre ocurre de la misma manera.

 

Siempre ocurre de la misma manera,

estás bien,  hasta que dejas de estarlo,

suele ocurrir de repente, como las tormentas,

aparecen detrás de ti y yo sin darme cuenta

y vienen desnudas,

con la brizan del aire cubierto de amapolas,

con el olor de la tierra

y  la mirada perdida,

yo acabo refugiándome en mi calavera

hasta que mis huesos se vuelven de seda.

Porque siempre acabamos hablando del tiempo,

pero nunca el que hace entre tú y yo,

porque siempre dejamos los besos fríos

y los labios húmedos,

será este invierno que ha puesto cerraduras a las puertas,

ha dejado los semáforos en rojo

y tiene la intención de permanecer mucho más tiempo.

Siempre ocurre de la misma manera,

y cuando sucede, siempre te encuentro desnuda,

encima de la cama con tu camiseta violeta

y la puerta cerrada,

entonces es cuando yo digo, hasta mañana.