\"Delirios de grandeza\". 1948. Rene Magritte
Seduce este cuerpo femenino. Por un lado, se debe, creo, al percibir
la continuidad de los tres bloques como una unidad, mientras que, por
otro lado, a la fragmentación temporal del objeto.
El ojo acepta su irracionalidad en virtud de la comprensión intelectual
de las leyes de la perspectiva. .Al tratarse de una imagen de gran solidez
y peso visual, sugiere una cualidad escultórica absorbente que nos llena
de magia y sensibilidad.
DELIRIOS
Suelen matarme las ansias, poco
a poco, por el día; y enterrarme
deprisa, el desconsuelo por las noches.
El corazón, latido tras latido,
va diciendo, entre lágrima y lágrima,
adiós, adiós. Rayos como látigos,
destellan en lentísima agonía.
Estertores. Fatigas. Golpes sublimes
de amor y muerte; todo, a contratiempo.
Muero con el día si no logro cruzarme
con tu sonrisa, si como receta, la blanca
luna de abril no aparece entre los brazos
saludables de la aurora.
Delirios. Sutilezas. Sofismas.
Se me quema la piel, se me borran
los estímulos, se me aja y envejece
el rostro, y las manos se cuartean
sin tu estrechamiento profundo.
Sin ti, nada vale; y contigo, amor
cruel, lo pierdo todo. Ahora –ninguna
voz testimonio de nosotros da-
vuelo como un pájaro solitario errando
por rutas sin fin, por soledades infinitas,
por despoblados amaneceres…
Barcelona,.2009-2011
“Márgenes del alma”
©Teo Revilla Bravo.