Se decidió
mi esposa,
se fue
con otra.
.
Lloré,
se nota,
lo sé
no hay de otra.
.
No es mujer,
me consta.
Seguiré
¡no importa!
.
Soy macho,
la tacho.
.
Su ternura
contra natura
es su arma,
que sigan sus ansias.
.
Yo tranquilo
le abrí camino.
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela