DOCE CUCHILLOS
Traía doce cuchillos
en los ojos y las manos
y con deseos insanos
mostraba los colmillos.
Eran las horas de grillos
cuando llegó con su desgano
de un sentir del que ufano
hacía oníricos castillos.
No avizoraste las falaces
cosas que te decían
para que me dejases
y con palabras que herían
acepté con desilución tus frases
sabiendo que te mentían.
MAL REFUGIO
En otros brazos te refugiaste
para hacerme aún más daño
y castigarme por mi engaño,
el que nunca comprobaste.
El amor que te dí, no notaste?
si era tuyo a tu antojo y amaño,
insulsa, dejé de ser tu paño
de lágrimas cuando te marchaste.
Pretendes volver como si nada?
diciendo que todo fué un juego,
lo siento, sigues equivocada
de muy poco sirvió tu alto ego
te tornaste una desvergonzada,
para ti no estoy, hasta luego.
CORPÓREA RED
Sabía -sí, sabía- que un día
te perderías de mi pensar,
que nunca nacerías en mi poesía,
que te dejaría de amar.
Cínicamente me sonreía
y desnuda se hacía mirar
por que su red me contenía
y sólo nadaba en su mar.
Viví amigos entre sueños
sus dos pares de labios
y montañas eran leños
ígneos que llenos de rasabios
me ataron, pero no era al único
así que le dije...yo abdico.