Por si me lees.
Aún éramos miércoles
cuando la luz llegó
a nuestros labios.
A partir de ahí
la despedida de un:
¡Hasta pronto!
se convirtió en interrogante.
Tú en el puente de Londres,
yo en el mar que espera.
En la tierra de Shakespeare
la niebla cubrió tus ojos
al recuerdo de tus ganas.
Viniste y no me encontraste,
no me fui y no te encontré.
Y como un camino
que no se da, nunca
fue pasando la semana.
Ahora te imagino
en ventana de mariposas;
eso es lo que pasa
cuando no nos sabemos,
que la metamorfosis
en miércoles acaba.
Por si me lees.
Sepas que estamos a viernes,
que en el mar sigo
con aquella noche
que me supiste
de luciérnagas y lágrimas.