Marc Tellez Gonzalez

Eterno lo haces tú.

 

 

En tus manos, el corazón se vuelve tierra fértil donde la vida florece.


Amarte es la lluvia con que se alimenta nuestro mundo y vibra
cual viento sobre la brisa sin tempestad y arrullo.


Oh, mi niña hermosa, todo me gusta de ti aún que no te vea, pequeña luz preciosa de mi oscuridad.


Como late ese sentido de amarte en mi sangre febril por ti, cuando le dices a Dios: -lo amo, con un poco más de la grandeza de mi corazón-


Y la eternidad ya se enterara de esa promesa tuya, mía; que nuestro amor es por siempre, más de mil años de consumación por tu beso.


Porque eterno, el amor, lo haces tú.

 

Marc Téllez González.