Te vas, y yo miro desde lejos desdibujándose tu espalda en los opacos de estas calles que nuestro amor vieron pasar... Las lagrimas brotan como vertientes en la tierra fértil, como la lluvia de aquel sur que nos había de cobijar... Te vas y no encuentro palabras suficientes, para detener tus pasos, nada de lo que pueda decir servirá, quieres marcharte y esa realidad tan intransigente se abalanza sobre mi, y mi debilidad... Te vas pero te has quedado, en cada rincón que dentro y fuera de mi pueda estar, y me pierdo entre las letras que sobre mis cosas dibujaste en un tiempo, donde un te amo afloraba con naturalidad... Te vas y todo esfuerzo que he dado, todo aquello que he entregado, tras de ti corre, y se convierte en aire que pronto al cielo eterno se va... Te vas y yo me quedo aquí, entre sueños rotos, ilusiones que no serán jamás, entre el amor que siento, tus palabras y este que alguna vez fue tu hogar...