has venido al fin
el ojo duerme su escarcha
y las espigas vuelan sus cometas de viento
tu voz es igual a la que percutió las fibras de mi ayer
y hoy intuyo
otro mundo y que aún me quieres
como en los días de tu rosa
y quiero abrirte hasta captar la lluvia
con los besos a punto
de morir
aun cuando no se pueda
o no se quiera
o… no sé nada
aunque lo eres todo y te pienso
incluso sin saberte
con las huellas de mi tacto
porque habitas dentro de mí
y quizá ya habitabas cuando no tenía este nombre
y creo aún más
que has habitado desde siempre
como la célula olvidada en la tempestad
que no se rompe nunca
ni a pesar de todo