J.K.

Luna

Por si aún me oyes,
Luna, que de mí huyes,
ofrécele un rayo de luz
que despeje sus miedos,
aleja ese crepúsculo de hielo


Yo sé que no podré,
pues mi tiempo se agota,
y el fín toca mi puerta,
viene fuerte y dispuesto
a combatir hasta el deceso


No lo resistiré,
soy tan humano que
la eternidad es grande
para un corazón, forzado
a estar en un cuerpo condenado


Por eso te pido Luna,
no dejes que el viento,
despiadado en su soplo,
doblegue bravío sus sueños
y su coraje termine desnudo


Te ruego que perdones
y enmiendes sus errores,
pues el pánico al fracaso
su corazón ha maltratado
y de desilusión hizo llanto


Procura sanar sus heridas,
atiende su químera perdida,
oye el eco de su risa tímida,
castiga al dolor que la acecha
y concédele alegría a su vía