Cuando el dolor no le importa la inocencia
atemoriza los suspiros de la alegría,
¡Ay corazón de chiquillo que se agita sin piedad!
Cuando de rondón le quitan su tiempo de felicidad,
¿Cómo es posible caminar por zanjas oscuras a tan corta edad?
Días y noches sin encontrar paz ni sosiego,
sin sol en las miradas ni cielo de enero,
mil puertas cerradas adornan mi sendero,
caminando en un mundo cada vez más furioso
que me arrastra, me hunde y me ahoga…
¡¡Ay mi Dios!! Cicatriza mis abrojos con tu amor,
devuélveme la esperanza para seguir luchando,
devuélveme la fe para empezar de nuevo,
permíteme seguir en pie junto a los míos,
quiero olvidar que han roto las alas de mis sueños
adornadas de amor, canicas y chocolates…
Ayúdame a salir de este infierno de tristezas,
olvidar esos golpes de sopetón que hieren tan profundo
como cuando se estancan en el corazón, mil agujetas,
tempestad en el alma de lágrimas negras,
abriendo heridas desde las mismas venas
que se desangran en un mar de penas
cuando el odio injusto de la vida
lacera a un pequeño e indefenso niño…
Luna&Poesía
04.02.2016