Amo en ti ese amor apasionado brotando puro del acantilado donde espera tu corazón amante, y que me abrasa con furia desde la distancia, bañándome en olas y caricias de pasión infinita, esos instantes tibios, de soledades nocturnas ¿dudar? sería negar sentir tu fuego quemante,ardiendo mis pensamientos en olas del tiempo, que van naufragando el mar de mis recuerdos, ¡ven por favor! a rescatar me antes de partir, cambia tus olas, por caricias del sentimiento, besos de fuego y eternas delicias del cuerpo, llévame en tu barca a navegar al paraíso del averno, para entregarte todo el fuego oculto de mi alma, ven pronto el tiempo se acaba, y desespera la calma ¡ven mi rey! entra a mi castillo de luz, goza mis destellos, ahogarme sola no quiero, en cenizas de tu fuego, antes prefiero hacia los confines, se las lleve el viento, y morir volando intentando llegar hasta tu encuentro
¿Como le duele a mi cuerpo el silencio de tu amor? cuando en el claman furiosas voces del sentimiento, que tu ser inquieto, y tu espíritu sordo no escucha. Y llamar silencio a un corazón que habla en versos? ¡Anda! busca entre letras el sonido de las tristezas, y escucha los latidos del silencio, pero...¡no digas! que tu amor es tan grande como mi silencio, ensordecerías por tanto amarte y cada lágrima mía, serian los gritos del silencio de mis huellas, señalando el inefable paso hacia la imaginación, y despertarás de tus sueños mágicos, cuando me sientas gemir acallando tus sentidos, viendo estallar el silencio de la calma, y sea la noche quien muera de celos, al profanar la luz sagrada de mis besos,muy callados, entre el silencio de los vivos.
No hubo sortilegio mágico que hechicera alguna, pudiera en pócimas embrujar un corazón poeta, que casual encuentro entre el cruce de los vientos, elementos de Norte a Sur en medio del desierto, donde habitaban solitarios deseos en los cuerpos, choque de estrellas viajeras del universo eterno. Almas gemelas coincidiendo en el mismo puerto, porque descansaban tercos, imposibles sueños, y en busca de senderos posaron pasajeras nubes, impacientes diluviando sus aguas en las praderas, de cuerpos sedientos, y llueven los campos amor jugueteando van, junto a los inquietos sueños, danzarines especies en la música de los océanos, ocultando hombres hondas cicatrices y misterios, ante la entrega, una esperanzada fuerza vence, hundiéndose en una, las dos almas que se anhelan, provocando nacer de la pasión que nunca muere.
Tiembla la tierra bajo mis pies, cuando me sacuden inclementes los recuerdos, las estrellas estaban celosas ante el brillo de nuestros besos, fuegos candentes los cuerpos en la entrega sin limites, bajo el manto de la noche, caricias de los vientos, hicieron deleites y el sonar de las trompetas del tiempo. Todo quedó estático un estacionar del paisaje, los mares con su olas danzando caracolas, los susurros torpedeando mis esferas, y el calor de la pasión emergiendo del centro de las tinieblas, llenando de gozo mis quimeras, hasta hundirme en el abismo de los insondables miedos, al encuentro de los dioses donde dejé mis pesares, para regresar libre y desnuda a ofrendarme en tus altares... Y cobijaron delicias tus calores, hasta el despertar la luz de los sueños, que nos hizo preso de la distancia y volaron las gaviotas lejos de los mares, llevándose las esperanzas y desapareció la bella luna plateada junto al amor en la alborada. Pero espero que vuelvas a llenar mi barca del tesoro de tus besos y te hagas en mi ocaso el mas feliz mortal entre mis brazos.
Un amor es para siempre, y luce eterno cuando es la pasión recipiente del alma, cascadas en saltareles mágicos que cual confites bajan coloreando la colina del invierno, un amor para siempre es mucho tiempo cuando es el tiempo que detiene la cascada, y el frió congela las ganas en invierno, amor de mi alma, amor ciego, amor plebeyo, amor que remonta el fuego del infierno, ¡muero de frió! y deseo las caricias de tu cuerpo junto al mio, ven por última vez hasta mis predios para fundir tus sueños con los míos, y viajar los interminables corredores de la distancia y llegar a unir nuestros océanos, ven amor, navega en la corriente de lo eterno, dispara los dardos de cupido mátame de amor si es preciso pero llévame a navegar tu paraíso. Bebe de la fuente de mi juventud perdida, ven a conectar te en los chispazos de mi ser, dejad que se crucen las lanzas que acarician mi sangre, que yo tampoco dejaré de quererte aunque se interponga la muerte en el abismo de mi desesperanza.
Eres el halcón que desde lo lejos sobrevuela mis cielos, te siento en la brisa de los tiempos, en la tristeza del momento, en las caricias y deseos inalcanzables, en la furia de mis pasiones, te veo, te busco, y no encuentro sea para mí, ese tu amor centelleante, aquí adentro, te veo intentando alcanzar otras pléyades distantes, camino de diosas hermosas, cuerpos galácticos, y efímeras fragancias, corriendo tras imposibles océanos de miedos, en los profundos abismos de la mente, perdido entre páginas y yo aquí esperando por tus besos, reviviendo uno a uno los recuerdos que matan, deseando hundirme en el mar de tus caricias, bajo el cielo de la noche, contar una a una tus estrellas, ser la luna que acompañe tus desvelos, y la música del concierto de bosques y sábanas, ríos de amor recorriendo cuerpos dilatando pálpitos eternos, ¡ven amor baja ya! de esas ingratas nubes y de esos desorientados vuelos, que te mantienen triste en la prisión de los cielos, posa tus pasos sobre mi suelo, y felizmente estaré a tu lado para amarte siempre siendo la marca candente que te selle.
raquelinamor