Tempestad:
Tomando sus pinceles tal lápiz sobre el papel.
Esfumado las pasiones con los días.
Vive ella la mujer craquelada sin medida.
Va mezclando con furia cardenales y blancos de neblina.
La niña atrapada en su aura cristalina.
Moja sus dedos en aceites que resbalan en cielos azules de alegrías.
Y confundida ríe altiva.
Mientras los atardeceres delirantes acompañan su locura.
Los árboles al viento murmuran la tempestad en su vida.
Inquieta en su mente recrea los fantasmas sin futuro en la colina.
Sigue entre tramas y pigmentos esbozando
Lágrimas saladas; Que se inundan de ocres en la habitación absurda.
Ve que vuela lejos una golondrina...
Coloreando los momentos ocultos del camino.
Imperceptibles a un gran amor sin salida.
Ya, sin prisa moldea sus recuerdos mancados con las horas de lluviosas almas.
Es de noche pero insististe embriagada de olores y café.
En craquelar los besos impresos en la piel sin medida.
Qué atormentan a la niña día a día.
Ya que el ser amado impregnado de su piel, en su lienzo clandestino toma vida.
Como te pienso suspira...
Delirante y con ansiedad forma nubes con ojos verdes en el mar de sus lamentos.
Sufre la virgen al ver desplazarse el placer, con el enemigo padre tiempo.
Agoniza y sus manos ya marchitas.
Con manchas púrpuras en eras sutiles que nacen
Y mueren como las flores con la brisa.
Autora: Piva.
Escrito el 4 de Febrero del 2016.