Si tan solo fueras cercana,
Si tan solo te aproximaras más,
Y corrijas tu hábito migratorio de golondrina.
No es a veces lo que quiero,
Es a veces lo que busco.
Y es que tú existes en la pausa de mis prójimos.
No existe un minuto,
sin que no me pase la sangre de tu domicilio,
y luego lleguen los alfileres sin sentires.
Si tan solo te aproximaras,
e hiciera contigo la moldura que quiero,
llenarte de barro y moverte junto a mi tierra.
Es cuestión de girar conmigo,
de obtener mí recompensa,
sin estar en la superficie como tú lo haces,
pero igual siempre me impresionas.
Acaso el estar cerca,
en el momento en que te conseguí,
te salieron las arrugas,
¿Quién sabe?
Pero no lo vi siquiera.
Humberto Velasquez Jiménez
5/Febrero/2016
10:01 a.m.