Las hordas deportistas en la ciudad educadora.
En ciertas visiones la vista me saca de mis casillas y me dan fama de loco.
6 de febrero del 2016.
Nada, ya empiezan mis locuras nada más saltar de la cama en este nuevo día y abrir la puerta de la galería y ver a lo lejos pasar las hordas deportistas de la ciudad educadora de vall d´uixó cerniéndose con motos y bicicletas sobre las trincheras, y los bancales del secano. todo el patrimonio de nuestra tierra aplastado por la nueva cultura que ha espiritualizado la naturaleza: pasátelo bien amigo.
Debería serme lícito protestar, acercarme con una corona de flores en la cabellera y una espada y gritar ante ellos:
yo soy Julio César, fuera bastardos.
Sin embargo, al hacer esto que debería ser entendido como un acto lleno de hermosura y belleza capaz de conmover a una persona razonable, lejos de causar admiración, conseguiría que me dieran una paliza.
Mientras su actitud de cruzar con las motos y las bicicletas por las trincheras y bancales destrozándolos está respalda por toda la sociedad de vall d´uixó.
Ay de mis visiones,
que melancólico me vuelven,
como me abato sobre las flores.
Daré mi corazón a las hierbas,
y mis lágrimas a sus manos para que me agarren la garganta.
Burlaros de mi hasta matarme.
Insultarme más en la calle.
Ayudaros de los educadores progresistas que os llaman con una estupidez indecorosa a pasarlo bien, a no poner ninguna resistencia a la felicidad y ser serviles de esta.
y aquel que se oponga a ella... cerrarle la puerta de vuestros corazones.
Redimir el sufrimiento de vuestros antepasados, de sus costumbres, tirando abajo todo su legado.
Muera el infeliz entre sus lágrimas evocando a quienes levantaron de la nada todo aquello que se pierde y desciende a la naturaleza.
Oh espíritu mi único compañero,
Padre,
¿ qué puedo hacer por ellos?
Mi ojo sin consuelo me hace ser un enfermo, una criatura odiosa a mis semejantes.
Destrozado, perdido y en miseria solo me dejan un espacio donde salvarme:
La locura.
Angelillo de Uixó, vuestro humilde loco.