De cuatro minas que tengo
a la primera la adoro
la segunda es un tesoro
tercera y cuarta retengo.
Vea usted compadrón
que es mucho el desgaste
ya que la cuarta de traste
la exploto en el socavón.
Así vendiendo el carbón
que esta mina me entrega
es mas lenta la refriega
de vivir sin la pasión.
La tercera va subiendo
la veta de cobre macizo
así con la candiota izo
para la plata teniendo.
La segunda amarillita
en el estero la cazo
con una challa por vaso
la voy juntando solita.
Y la primera adorada
junta la plata de las tres
es una diosa tal vez
gastándola entusiasmada.