El mechón de cabello que nacía en su pálida frente y terminaba
Con gracia sobre su mentón era el más perfecto trozo de cabello que
Si se lo ponía a analizar con profundidad era una rama que tapaba y hacia
Sombra a sus hermosos ojos pardos y a sus desprolijas cejas morenas, luego
Llegaba a sus labios color carmesí de peculiar forma al ser de ambos lados
Iguales aunque un mundo de diferencia podía notarse entre ellos al terminar su
Hermoso rostro seguía su cuello perfumado con su esencia, bajo el mismo se
Encontraba su maravilloso y pequeño pecho de miel, seguía su cintura pronunciada,
A tan solo unos centímetros su delicada cadera; que albergaba el paraíso que solo pocos
Afortunados habían tenido el placer de visitar; jamás me permitió encontrarme entre
Entre uno de ellos, pero no importaba porque el placer de verla me alcanzaba para
Poder nombrarme el hombre más feliz del universo; jamás me hubiera negado a
Poseerla, pero nunca me lo permitió; es de mediocres conformarse pero con el tacto
de su Mano me conformaba.