Mis ojos miran hacia el horizonte con esperanza y mucha fe.
Es momento de cambio, fluir en la corriente con sus curvas y sus piedras.
17 años de rutina sin llenar mi interior.
Agradezco el amanecer que veo por las mañanas.
Es símbolo que aun, no es tarde para mí.
Quizás transite sola en el sendero que elegí, pero no sola del todo.
Mi alma esta conmigo, llena y decidida.
Tras un sueño deseado a hacerse realidad.
No me detendré.
Aunque largo y duro sea el trecho.
Pues yo lo se con certeza,
que a mi felicidad me llevara…
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