Felix Olivares

CARPELO

Entre la penumbra, en nuestra habitación, para mí, tus partículas son imperdibles, no existe otra mujer que levante en mí, una resurrección tan firmemente enaltecida al más fino golpe de tu olor en mi pituitaria, que me lleve en sueños a vagar como el polen entre las corbículas de la abeja, que suavemente me sumerja en su tan femenino carpelo y me perfume la vida; en esa eternidad que noche a noche, empieza de nuevo…