Recorriendo tus fronteras
Quise mitigar las penas
De un amor descolorido;
Entré a tu dulce colmena,
Y llegó un grato sosiego
Que se quedó de inquilino.
Cabalgué tus iniguales
Montañas, con grande gozo,
Y recorrí los hermosos
Lugares, que en oblación,
Amorosa me brindaste.
Mutuas fueron las ofrendas
Que gustosos ofrecimos:
¡Tu me diste como prenda
El caudal de tus pasiones!:
¡Yo te entregué el corazón
En intento recidivo!
Crecieron las asonancias
En el versar cotidiano;
¡Nuestros cuerpos se soldaron,
Con armoniosa prestancia!
Con el caer de las hojas,
Arpegios improvisamos
Apetecibles y gratos;
¡Las tonadas fueron rojas!...
¡Sin defensas nos quedamos!
Ya murieron los plañidos
De tu parte y de mi parte;
¡Hoy sólo existen suspiros!
¡Todo es placer...! ¡Todo es arte!