Alejandro

A la vuelta

Iba cansado,

coleccionando maldiciones,

arrastrando pecados,

con la conciencia hinchada

y las suelas desgastadas.


Iba rojo de ira,

sediento de esperanza

en mundo sin salida,

en un mundo sin luz.


Fui embestido por la pena,

dulce, amarga, traicionera,

fui jugando mal al poker

apostando la vida entera.


Salía de mi chistera,

opaca, desgastada,

el olor a whisky

de una borracha quimera.


Mi guitarra estaba muda,

mis manos no la conocían,

los males sedimentados

de mi cuerpo no salían.


Era la vida una mierda,

una llana porquería,

mas di la vuelta en una esquina

y tropecé con tu mirada,

no sé si de noche o de día,

sólo recuerdo las sonrisas.