Me gusta cuando regalas, en lugar de cuando vendes.
Me gusta cuando ofreces, en lugar de pedir.
Me gusta cuando vienes andando diez centímetros sobre el suelo
y yo, pienso que no te puedo alcanzar.
Me gusta cuando propones y más todavía si dispones
y tienes esos labios asomándose entre las calles estrechas.
Me gusta cuando tus brazos abrazan,
tus labios besan
y tu corazón está en calma,
cuando los sueños vuelan
y descansa el alma.
Me gusta cuando no llevas bandera,
ni territorios,
ni dioses,
pero yo quiero tu boca abierta,
descender por ella y llegar hasta los infiernos,
allí, quedarnos cogidos de las manos
y perdernos entre nuestros sueños.
Me gusta cuando dices
yo no soy tuya, soy mía,
elijo las manos,
los labios y el beso cada día,
y regalo mi sonrisa y mi ironía.
Me gusta, porque nunca un acorde de nuestros dedos
se convirtió en una famosa canción
sin embargo un beso entre los dos, dio la vuelta al mundo.