Cargada con tu recuerdo, he decido ser isla
de las que brotan aisladas más allá de esta orilla
en océanos de tiempo y mecidas por la brisa
Al viento plegare las velas para que sean mis alas
y mi alma bogara como nave abandonada.
Tendré mis propios crepúsculos
fundiéndose entre los riscos en tonos de mar y ocre
para bañarme los ojos con bellas nubes de púrpura.
Y también amaneceres como lienzos transparentes
que me roben la mirada todavía adormilada.
Día a día construiré un refugio con la arena
mientras suspiro tu nombre y palabras que te sueñan.
Sobre las dunas doradas recostaré mi cuerpo
para sentir el azul paseado por gaviotas
y al llegar la noche vea como se encienden los astros.
Se irán abandonando cada una de las olas
hasta que en el horizonte pueda divisar tu cuerpo
y la playa como alfombra irá sintiendo mis pasos
porque voy a tu rescate, volando sobre mis pies descalzos.
Para ti seré la isla, para mí quiero tus brazos mojados.