Wilson Amado Gamboa

Ping Pong, para pan pin pon.

Hay regalos que nos gustan porque son extraños;

En el día de mi santo recibí un ping pong,​

la escalera de la casa le ofreció peldaños,​

y jugaron como niños \"para pan pin pon\".

 

Sus colores tan brillantes de satín y escarcha,​

los copiaron de la luna para aquel ping pong​

y la luz de la mañana con la noche en marcha,

se la dieron completita \"para pan pin pon\".

 

A la escuela lo llevé para mostrar sus saltos,

mis amigos se encantaron con aquel ping pong,

daba brincos bajiticos, daba brincos altos,

pero todos de colores \"para pan pin pon\".​

 

Cada salto es una nota que se lanza al viento,

y aprendí ya muchos cantos con aquel ping pong,

y en la escuela y en la calle y en la casa siento,​

que le quiero oír cantando \"para pan pin pon\".​

 

Una noche que jugamos dio un tremendo salto,

y la luna con su brillo enamoró al ping pong,​

se quedó en el firmamento en el lugar más alto,

y en el cielo es un lucero \"para pan pin pon\".​