Eres canto, eres poema,
eres seda que se desliza y
en memorables caricias
enciendes mi pasión.
Eres eterna llama
que mi pecho inflama y
es tu nombre en mi mente,
como un torrente,
río que desborda,
caudal que desemboca.
Y es Pepita, tu boca,
esa dulce miel
que en mi se antoja,
¡Ay cómo quisiera tenerla,
Y decirla mía!
Eres en todo y para todo,
la mujer que yo buscaba,
y que eso nadie lo dude
porque muy bien lo sabía,
que entre cielo y tierra…
te encontraría
José Luis Agurto Zepeda
Managua, Nicaragua
08 de febrero 2016