Fría imagen serena, sutíl arena, calma,
la niña triste sin lágrimas, sin cadenas,
nadie como yo, ve su reflejo del alma,
sus soñares de hadas, guardan penas,
y llevan consigo sus nostalgias.
Déjame un instante descubrir alegrías,
develando el misterio que le envuelve,
elevan llamas sus recuerdos y agonías,
hasta el espejo que el tiempo devuelve,
y en los escondidos secretos lo avizora.
Pequeña nubecilla gris desde el otoño,
es su rostro apenas de inocente amante,
sintiendo fantasmas vivos en su mente,
huyendo tempestades de falsos amores,
leves sus fuerzas para seguir luchando.
Esos ojos atrapados frente a la maldad,
cuerpos, deseos vanos, la tibia caridad,
letargo de emociones giran sin razones,
sobre el alma mutable que vive dentro,
sollozante, de esa niña triste que soy yo.
Raquelinamor
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Venezuela/2015