¡ Y te asomaste!
descarnada, dientes blancos,
sonriendo;
¡No le diste tiempo, se acabó!
cortaste la ilusión que la familia
aún guardaba, pensando sin pensar,
caminando sin moverse y esperando
el milagro.
¡Eres cruel!...dolorosamente cruel,
tu sociedad sigue impune con esa
maldita peste;
¿cuando lograrán
por fin desterrar el cáncer?
¡y te la llevaste!
Si muerte, te la llevaste cuando la
familia creía que estaba recuperándose.
Llegó el sábado por la noche mi compañera
de vida -después de estar con ella-
y el lunes de madrugada la noticia de su
partida al ETERNO ORIENTE.
Si, ¡si muerte!, te la llevaste y nos dejaste
un hondo pesar, -pasará, sabemos que pasará-
pero mientras tanto, hundiste en la desolación
a un hombre que por azares del destino
dependía totalmente de ella, su enfermedad
no le permite movilidad personal;
¡Ella está descansando y gozando de las
delicias del paraíso!
Descansa en paz cuñada y despéjanos el camino
que todos tendremos que recorrer.
¡Hasta la vista!
Y tú, tú cáncer ¡MALDITO SEAS!
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN. MÉXICO, Feb.1/16