No ha habido luceros esta noche,
ha sido una noche negra, nefasta,
oscura como la muerte.
Hay noches luminosas, de cielo estrellado
en las que se puede recorrer el Camino de Santiago
boca a boca, cuerpo a cuerpo,
noches en las que la aurora nos madruga
y el amanecer nos sorprende con la piel encendida
y los poros henchidos de besos.
Pero ha sido triste esta noche de tenebroso silencio,
de oscuridad profunda, de rumores siniestros
y el miedo me ha mordido el alma con saña y desespero.
Atado a la estaca de tu silencio, no podía defenderme,
solo podía llorar con lágrimas muertas,
llorar hacia adentro y tragarme la ciega amargura de tu mirada.
“Puedo escribir los versos mas tristes esta noche”
pero no me quedan ni palabras,
solo un silencio acusador y una pena culpable.
solo puedo morir … mas ni morirme puedo.