Te escribo con la esperanza
De que mis palabras puedan
Liberar tu corazón
De su profunda caverna.
Lo mantienes prisionero
En el arca del olvido.
¡Mucho debe haber sufrido!
¡Grande debe ser su pena!
¿Por qué no engrasar de nuevo
Los cerrojos de tu puerta?
¿Porqué apagar un lucero
Que quizá inspire a un poeta?
¿Por qué evitar que al rosal
Le llegue la luz del sol?
¿Por qué condenar al alma
Por culpa del corazón?
Deja que felices salgan
De su encierro las quimeras.
Riega...para que renazcan
En tus campos... flores nuevas.