lemos maximiliano

Me extraño.

 

 

Me extraño.
Me extraño en esa posición en la que el único horizonte eras vos.
Me extraño en el momento de recibir tu mirada, y devolverla brillante.
Me extraño abrazado a tus palabras, pues lo físico jamás sucedió,
y realmente no me importa
pues me extraño corriendo a mirar tus manos
y anhelarlas en el sueño de las mías.

 

Me extraño loco, deprisa, torpe y gritón al verte
pues extraño el alboroto que causabas a mi sintaxis.
Me extraño temblando al acércame a ti
y no extraño más que a mí, jamás tanto lo hice,
jamás tanto extrañe algo, como a mí y a vos, nos extraño.

 

Me extraño tanto que al ver mis canas lo lamento,
¿dónde fui? ¿Dónde estaré pleno?
Si solo el momento justo, del encuentro entre los dos,
era quien me conjugaba al realmente yo, a mi mejor versión.

 

Me extraño, y sé que estoy lejos.
Me extraño y sé que no soy sin vos.

 

 

 

 

Lemos Maximiliano Daniel
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