Quiero estar en tus brazos,
sentir el lenguaje mudo de tu tacto,
El vaivén incansable de tu cuerpo,
Bajar a la profundidad de tu mundo,
Convertirme en pez
Para perderme en el húmedo mar de tus desvelos.
Quiero estar presente en tu hábitat,
En el espacio donde te abres a los sueños,
Capturar las imágenes de tu mente,
Hacerlas mía,
como un álbum de foto de familia.
Quiero reanudar el rito del ocaso,
Perderme en la nostalgia de tus ojos,
Saborear la intimidad de tus deseos,
Construirte un camino a la ternura,
Donde tu infancia ría sin premura.
Quiero ser el alba que compartas,
La tasa de café de tus mañanas,
El roció que llovizna tus locuras,
El templo en que le rezas a la vida.
Y Loriga