...Y fui víctima
de tu encanto,
presa fácil
del embrujo de tu canto,
cual damisela ilusionada
corrí tras tus pasos,
cruel neblina
ocultó tu rastro...
Y te empecé a soñar
disfrutar tu tacto,
contemplar tu mirar,
besar tus labios,
tu piel acariciar,
provocar tus espasmos,
te llegué a amar,
con amor desenfrenado...
Y llegó el despertar
vacía mi morada,
el sol brillar
sin la luz de tu mirada,
tu recuerdo acallado
en un doblez de mi almohada,
es el peregrinar
de un alma enamorada... ©