Hector Lopez

¡El amor ha muerto!

¡El amor ha muerto!

No quiero alarmarme

pero...

¡Ay!

ya no te tengo...

Bendice señor esta mesa

bendice también este entierro.

No tengo porque alarmarme

yo también estoy muerto,

mas si en un último respiro

pudiese gritar te quiero,

solo a ti te gritaría

solo con un frío beso

te amaría alma mía.

Lástima que solo me quede eso:

Un aliento, una lagrima

y un último deseo.

 

(Ya no me sueñas...

ya no te sueño...)