Noches árticas congelaron mis sentimientos
en carámbanos de vacío
las ráfagas de viento de la desorientación,
soplaron dentro de mis extremidades desnudas.
Mis estíos no hicieron ni caso a los ocasos en llamas
Me encantó el sabor de la ebria espuma de olas malditas,
contestar en rimas las despedidas de alondras migratorias
otorgar permisos a nubarrones a inundar las telarañas rancias
que moraron en mi mente tormentosa
Un espejismo de tu semblante
reflejado en mis lágrimas derramadas,
se desdibujó por tu sonrisa, donde resida el sol,
mientras la fragancia de tus palabras tácitas
resucitó mis sentidos desérticos
Mi velero ya navega con vientos constantes
ármonia reina en mi alma y corazón
la inclemencia de los años solemnes
se derretió en el calor de tu tierna caricia
La foto por cortesía de Jérome Coppo
www.jermomecoppo.com