Tú que me miras con tierna mirada
Y un sueño te envuelve así en la nada
Te brillan los ojos y sin pedir nada
Me amas sin reproche y te sientes liberada
Tú que andas por el camino de la penumbra vaga
Y entre tus pensamientos me elevas a la cima
De los sueños lejanos de aquello que se propaga
De aquello que el amor propaga y nada escatima
Tú que eres el amor y la viva alegría
Que ríes cuando rio, y lloras cuando lloro
Tú que sacrificas, tú felicidad por la mía
Dejando a un lado a tus sueños moro
Tú que por mi amor te vuelves la espiga
De una flor del rosal florecida
Te vuelves mi amor también mi amiga
Me amas en silencio sin importar lo que digan
Tú serás mi amor con quien duerma a escondida
En silencio y sin temor para toda la vida
EDI