Los niños aprenden a leer
las ancianas cruzan la calle
en la avenida un perro suelto dispara la plaza
el helado más barato
el kiwi fuera de estación
una huella de mi destino
y el guardaparque en el bolsón,
una viuda que entristece,
quien ya no tendrá más dinero en su cuenta.
El señor que espera desde arriba
que sus monaguillos delaten al cura
por abuso sexual frente a la capilla,
un anciano que tiene de más
en el bolsillo
por acudir a una tregua
multimillonaria
durante
la
guerra
de
1949.
Entre tanto, el estafador
me delata por utilizar su historia,
yo abuso de su mal karma
y me escondo tras el delantal de la cocina,
pues espero lavar un poco de mis residuos orgánicos
llevándolos por la mañana,
al cesto de la sombra y
cubrirlo con un poco más de agua potable
de la canilla
de mi casa.
Una niña le pregunta al padre,
¿es que usted no fumó nunca?
el padre que le dice:
yo lo hice cuando no estaba con mamá.
No hay más prisión.